Looking away

Y a ti que te pasa? Ahí parado, quieto, dejando pasar el tiempo, mirando constantemente ese movimiento monótono de las agujas del reloj. Por qué? Por qué no te mueves, no disfrutas, no vives...? Por qué no sales, no haces planes, no te diviertes?
Crees que la vida se soluciona así? Sola, sin que nadie la controle? ... No, no, y no. Debes cambiar, tienes que cambiar.
Salir todos los días, pero no de cualquier forma, sino de todas. Cada día algo diferente, algo nuevo. Cuantas más anécdotas mejor. Historias que contar, personas distintas, experiencias inexplicables. Debes conseguir hacer todo aquello que nunca se te ocurrió. Disfruta, pero disfruta como si cada día fuera el último, como si mañana se acabara el mundo. Hazlo, creemé, te sentirás mejor. Sino luego no tendrás nada que decir, nada que recordar, estarás solo y acabado, como ahora mismo. Ahí, sentado, observando inmóvil el reloj, las horas son días, los días son horas. No piensas, no duermes, no comes, no reaccionas. Despierta tu memoria de una vez. Piensas quedarte ahí? Piensas echar a perder así un sábado por la tarde? Tienes 16 años, ya tendrás tiempo para sentarte y observar. El mundo gira, tiempo pasa, la vida pasa, y se acabará sin saber que existes. Haz que te conozcan por cosas legendarias, cosas increibles, insuperables. No te quedes parado, por favor, es lo que más me duele asumir. 
Tú crees que produces, pero la pregunta es sencilla...
¿Acaso has echo algo TÚ para cambiar el mundo?